María Ciento38 y sus delicias sicilianas cumplen siete años

a Nonna, Antonietta Di Pasquale celebran en grande Santa Maria La Ribera, se ha convertido en un destino gastronómico y de arte en la ajetreada CDMX, siendo el restaurante María Ciento38, el centro de este movimiento, con 2,200 comensales semanales que, por sus exquisitos platillos Sicilianos, preparados por la Nonna, Antonietta Di Pasquale, hacen de este restaurante un hot spot desde hace ya siete años.


Para un gran aniversario, Cristina Cialona, Directora del María Ciento38, ha preparado durante meses este momento que tiene un gran significado para toda la familia del exquisito restaurante.

La afamada arquitecta e interiorista, ha creado un lugar excepcionalmente hermoso, lleno de detalles y reconocidos nombres en el arte colgados de sus paredes.
Este hermoso establecimiento sirve más de tres mil comidas comensuales, siendo el corazón de muchos que visitan esta bella colonia por diversas razones, siendo el arte y sus galerías una de ellas.

“Para este festejo, he decorado tres nuevos salones en el María, presentando una interesante galería para aquellos que gustan de pasar experiencias gastronómicas deliciosas en un interesante entorno.

Para este aniversario tenemos una muestra de acuarelas de Ray Smith, con quién tenemos una gran amistad”.
En este festejo se tuvo como invitado especial a el tequila premium, Código 1530, elaborado en Amatitlán, Jalisco, el cual tiene por principal característica, el tener 0 avocantes, lo cual lo convierte en una joya líquida y preciada.


Para deleitar a sus invitados, La Nonna, preparó exquisitas creaciones Sicilianas como el Rigattoni con coliflor, pasta fresca hecha en casa, preparada con coliflor frita al parmesano y ajo; Pulpo Siciliano, elaborado con el más fino aceite de oliva italiano, limón amarillo, cebolla morada y aceituna kalamata y una tradicional Cassata, a base de panqué vainilla, queso ricota, chocolate amargo, limón amarillo, pasta di martorana (tipo mazapán de almendra hecho a mano con almendra amarga).

¡Que viva Italia!