Glenfiddich, el placer del whisky en las rocas… de esteatita

Si bien existen conocedores que defienden que la mejor forma de beber un whisky es derecho, si tú eres de aquellos que prefiere disfrutarlo en las rocas, ¿sabías que existe una forma de enfriar tu Glenfiddich favorito sin usar el típico hielo? Y no, no hablamos de dejarlo en el congelador por horas, lo cual no tiene ningún sentido pues sólo harías que éste perdiera mucho de sus olores y sabores originales.

Pero antes, aclaremos por qué quieres añadirle hielo a tu bebida. Si lo que buscas es suavizarlo al paladar, lo mejor es sólo agregar pocas gotas de agua natural, precisamente para realzar las notas de sabor y olor, y permitir que estos se abran sutilmente.

Pero si el objetivo es enfriarlo porque, quizá el ambiente es caluroso o sólo lo prefieres a una temperatura más baja, entonces el hielo podría ser tu primera opción, pero con la gran desventaja de que, una vez que éste se derrita, tal vez estarás bebiendo más agua que whisky. Y esto no sería la mejor experiencia que deseas tener con un whisky de calidad premium como, por ejemplo, el Glenfiddich 18 años, un single malt robusto de elegantes notas a roble, manzana y canela, de final largo, suave y redondo; exclusivo y elaborado en pequeños lotes; o el Glenfiddich 21 años, de un distintivo aroma intenso que cautiva y que se consigue gracias a las barricas utilizadas para añejarlo y que resguardaron previamente ron del Caribe.

Para evitar que esto ocurra, Christiano Protti, embajador de Glenfiddich en México y Latinoamérica, recomienda utilizar piedras de whisky, hechas 100% de esteatita – roca termorresistente y no porosa–, diseñadas especialmente para enfriar bebidas espirituosas sin alterar su sabor ni su olor y, desde luego, evitar que el agua derretida del hielo altere sus atributos. 

Imagina un Glenfiddich 40 años, un whisky single malt de profundidad infinita que es añejado en las barricas más antiguas del mundo, servido en una copa tulipán mientras se enfría con una de estas rocas en forma de hexágono; una escena digna de los verdaderos apasionados por este destilado escocés.

Las capacidades térmicas de estas piedras, al colocarse en el refrigerador previamente, les permiten “absorber” la baja temperatura y, de esta manera, enfriar tu Glenfiddich favorito al entrar en contacto con él, pero sin modificarlo.

Vale la pena destacar que, de hecho, éste no es un invento postmodernista que se ha puesto de moda recientemente, sino más bien un regreso a las raíces, al origen. Y es que dicen que antiguamente la gente utilizaba piedras de río para enfriar su whisky y de ahí surgió la famosa frase “en las rocas (on the rocks)”.

Sin duda, utilizar piedras refrigerantes o piedras de whisky es una excelente alternativa para quienes gustan de bebidas frías. Y no hay nada como disfrutar de un Glenfiddich, whisky escocés tan extraordinario que es hecho con un proceso artesanal único y bajo una tradición familiar de más de 130 años, tal y como a ti te gusta, pero respetando su máxima expresión y matices de sabor.

#GlenfiddichMX
https://www.facebook.com/glenfiddichMX/
https://www.instagram.com/glenfiddichmx/