por La quinta edición de la Beca adidas Border, dirigida por Eugenio Echeverría, está enfocada en el desarrollo de proyectos que involucran dinámicas de investigación y producción artística interdisciplinaria.
Los cuatro beneficiarios de este año han consolidado grupos de trabajo que posibilitan el intercambio de conocimientos entre artistas y otros profesionales. La exposición de la presente edición, que se presentará en la Galería Arnold Belkin del Museo Universitario del Chopo, está conformada por cuatro proyectos bajo un formato de pabellón o dispositivo museográfico. Sus propuestas tienen un carácter visionario, imaginativo, fantástico o crítico acerca de los temas: ciudad y territorio; comunicación y dinámicas colectivas; cuerpo e identidad y construcción y destrucción de la memoria. Cada pabellón contará con una serie de actividades.
Los ganadores de este año son: Laura Meza Orozco; Colectivo Chachacha! (Raymundo Rocha y Dayron López) + Christian Becerra (co-autor); Colectivo Aztlan (Tania Garduño, Chantal Garduño, Maxime Dossin, Laetitia Jeurissen, Gabriel Gonzales y Fernanda Barreto); y Néstor Jiménez + Edgar Jiménez (colaborador). Los artistas han desarrollado su proyecto con la asesoría de Magali Lara, artista visual; Osvaldo Sánchez, curador y crítico de arte; Esteban King, curador; y Eugenio Echeverría, fundador y director del Centro Cultural Border, quienes fungieron como jurado de la presente edición.
DESCRIPCIÓN DE PROYECTOS
Pabellón La hospitalidad 1: El juego Laura Meza Orozco
Colaboradores: Mauricio Patrón Rivera, Joel Castro-Ramos y Olar Zapata. Este trabajo se divide en tres investigaciones en torno al tema de la ciudad y el juego. El espacio de juego se entiende como un territorio donde se depositan, a modo de ficción tranquilizadora o catarsis, los deseos y anhelos individuales y colectivos. El proyecto se basa en el juego como vehículo de cambio social y la posibilidad para nuevas formas de convivencia y sensibilidad. La idea es avanzar a una concepción colectiva para tener una ciudad accesible para sus habitantes; este planteamiento debe estar alejado de un esquema competitivo, producto de las prácticas neoliberales.
El pabellón se activará en tres momentos específicos con grupos de menores de edad. Laura Meza Orozco (Ciudad de México, 1987). Egresada de la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda. Cursó el programa educativo SOMA (2014- 2016). Algunas de sus exposiciones más recientes son: El aire entre las cosas, en Casa Maauad; Unrealized Project, en Noorof Gallery (San Francisco, California); y 12X12 Arte emergente Bancomer, en el Museo de Arte de Sinaloa. Su trabajo está basado en el entorno urbano latinoamericano.
Aztlan. Hacia el fracaso
Colectivo Aztlan (Tania Garduño, Chantal Garduño, Maxime Dossin, Laetitia Jeurissen, Gabriel Gonzales y Fernanda Barreto) Juego a escala humana basado en los tradicionales tableros de serpientes y escaleras, el cual explora la problemática que surge a partir del trabajo colectivo: el fracaso del diálogo y la comunicación; las tensiones entre el “yo” y el “nosotros”; el uso de vocabularios diversos; la aplicación de metodologías opuestas; y la organización horizontal. La idea surgió del análisis de la experiencia y dinámica organizativa de los integrantes del Colectivo Aztlan. En particular, está sustentado en su más reciente trabajo realizado para la Beca adidas Border.
El pabellón ofrece, para consulta, los archivos e historias de los integrantes de Aztlan, referencias textuales y audiovisuales, conociendo de esta manera el fracaso y la utopía. El público puede contestar o expresar ciertas preguntas o temas de trabajo en un libro de quejas y sugerencias, o entrar en catarsis a través del uso de un karaoke. Este trabajo tiene el propósito de fomentar un diálogo y una serie de aproximaciones críticas hacia un tema que en pocas ocasiones se discute de manera pública: el fracaso.
Colectivo Aztlan. Inició actividades en 2015; su objetivo es el intercambio y producción de conocimiento para generar intervenciones y situaciones relacionadas con el arte. Promueve un enfoque transdisciplinario que busca cuestionar y formular un discurso crítico en torno a situaciones contemporáneas urgentes: movimientos sociales y resistencia; subjetividad; estetización de la política; creatividad y productividad; y trabajo y ocio.
Simulación ritual Colectivo Chachacha! (Raymundo Rocha y Dayron López) + Christian Becerra (co-autor).
Proyecto basado en tres conceptos nodales: cuerpo, identidad y territorio. En enero de este año el Colectivo Chachacha! y Christian Becerra realizaron cuatro talleres en Casa Vecina con más de 60 participantes. Emplearon una metodología desarrollada con el apoyo de un psicólogo social, la cual consiste en hacer dinámicas propias del arte relacional, ejercicios autorreferenciales y análisis del cuerpo en relación con el territorio geográfico y simbólico; esto permitió a los participantes diseñar un ícono representativo de su propia historia, la conciencia de su cuerpo y el tránsito por su colonia, barrio o vecindario. Posteriormente, este ícono fue tatuado en varios participantes del taller. El pabellón presentado en la Galería Arnold Belkin es un reflejo de los procesos relacionales y los resultados obtenidos.
La cruda también puede ser un horizonte Néstor Jiménez + Edgardo Jiménez (colaborador)
Proyecto que aborda el tema de la memoria a partir de diversos procesos de construcción y destrucción de la misma. Mediante la yuxtaposición, borrado, perspectiva forzada y algunas otras técnicas de representación, se han trasladado imágenes mentales al terreno de lo concreto.
Néstor Jiménez (artista visual) y su hermano Edgardo Jiménez (arquitecto) han representado en papel, mediante técnicas de dibujo arquitectónico, distintos lugares en los que han ocurrido situaciones de violencia en el contexto de la casa materna; como resultado, cuentan con imágenes “forzadas” y espectrales, cuya fuerza radica en el contraste entre la frialdad del dibujo técnico y la deliberada desproporción o los espacios vacíos. A partir de estos dibujos y planos ejecutados de memoria, se realiza una construcción tridimensional a escala de la casa materna. Como consecuencia, el pabellón es una instalación tridimensional de diversos volúmenes escultóricos que generan desfases, duplicaciones y desproporciones que remiten al pasado del artista y su hermano.
