Por Roberto Yañez
La obra del multipremiado autor estadounidense Cormac McCarthy se presenta en el Teatro El Milagro en breve temporada.
Ante la desolación, existe la esperanza ¿o viceversa? En escena dos personajes, uno blanco y otro negro. El primero se va a aventar al metro, pero el Negro lo salva y lo lleva a su casa. Ahí se establece un discurso sobre el vivir y la muerte, los motivos que lo llevó al suicidio al primero con el segundo, con afán de salvarlo a través de su propia arma, la fe bajo un esquema de ilusión y esperanza.
La escena se desarrolla dentro de una escenografía funcional, un aro de luz creado por Brian Guerrero que se asemeja a un purgatorio en un espacio en el que pareciera que ejercer el libre albedrío, es el factor clave para justificar el acto del suicidio o en el que la fe, pareciera el único haz de luz que emerge de la nada y cobija la desesperanza para convertirla con una doctrina aprueba de razón, en una especie de mundo feliz.
A la vez, es un aro de luz que separa un universo de razones con la oscuridad. El vestuario también marca los contrastes, entre un obrero creyente y un hombre suicida con solvencia económica.
En un ir y venir actoral, Rodolfo Guerrero y Rodrigo Vázquez, se ponen bajo las órdenes de un director eficiente, Luis Ảngel Gómez. L
a obra por momentos, es una especie de terapia, en la que la mente del espectador se inclina hacia la reflexión, sobre lo que debe sero lo correcto y la libertad de obtener una realidad cuyo trofeo es sentirse libre, aunque eso conlleve a la muerte.
De repente uno es empático, por momentos, es endeble su justificación, y entre el arrepentimiento y el enojo, se entiende que la nada es la mejor razón para ya no existir.
La destreza del texto pone a girar la mente del público Cómplice y se convierte en un ring en el que la capacidad mental se debate entre la desolación y la esperanza.
¿El final? El juicio lo emite el público, cada uno por si solo y el desafiante juego mental en el que se mete al entrar a ese círculo de luz, de debate, de razón.
«El último tren» se presenta en Teatro El Milagro, de jueves a domingo por corta temporada y si es para público pensante.