Zoco, el auténtico pacharán navarro, dota de historia, recuerdos y buenos momentos a las familias que lo comparten en las sobremesas. Comprometido desde el origen con la calidad y autenticidad, Zoco mantiene su inconfundible color y sabor tras la perfecta maduración de las endrinas, secreto que ha permanecido con el paso de los años, convirtiéndose en el pacharán navarro por excelencia.
La historia del pacharán está ligada a Navarra desde la Edad Media como la bebida protagonista de celebraciones importantes, como las bodas de la realeza, aunque también se utilizaba con fines curativos gracias a sus múltiples propiedades. Cuenta con más de 60 años de historia adaptándose a los cambios en el tiempo pero cuidando su esencia para seguir siendo el mismo desde 1956.
El término “pacharán” comenzó a utilizarse en el siglo XIX cuando la presencia de las pacharaneras vendiendo endrinas en los mercados de Pamplona se convirtió en algo habitual. El origen de la palabra viene de pattaran, donde pattar significa aguardiente en euskera y arán, endrina. La endrina, también conocida como arañón o ciruela silvestre, es una fruta de color negro azulado con sabor ácido, amargo y áspero.
Elaborado a base de endrinas 100% navarras, que le dan ese inconfundible color rojo brillante, el pacharán Zoco se produce de forma tradicional macerando endrinas en anís por 3 meses.
Las endrinas o arañones de Navarra nacen del árbol endrino o Prunus spinosa, de la familia de las rosáceas al igual que las zarzamoras o fresas, que crece silvestre en zonas con clima mediterráneo y atlántico a una altura entre los 300 y los 1000 metros.
Para la elaboración del pacharán Zoco no se emplea ningún aditivo, aromatizante ni colorante lo que le da la calidad y diferenciación como un producto de origen.
La familia de Ambrosio Velasco comenzó con la elaboración del pacharán Zoco de forma tradicional, recogiendo arañones en los campos para producirlo de manera artesanal. Poco a poco, fue popularizándose en España y tuvieron que buscar otros sitios donde recoger estos frutos como Rumania y Bulgaria. Después de varios años de investigación y domesticación de los cultivos de ciruelas silvestres, lograron volver a hacer el pacharán totalmente de endrinas navarras al desplazar sus cultivos a Dicastillo, en Tierra Estrella, Navarra.
El aroma afrutado del pacharán Zoco está lleno de matices y perfectamente integrado en un agradable fondo anisado con notas balsámicas. El pacharán navarro tiene un sabor fresco, aterciopelado y elegante al paladar, con una acidez muy equilibrada y la apreciación sutil en boca de la astringencia característica del fruto.
Este licor normalmente se toma en las rocas como digestivo, por sus propiedades antioxidantes, antihipertensivos y su alto contenido en vitamina C que favorecen y aceleran la digestión; razón por la cual es un licor ideal para beber en la sobremesa con la familia o amigos.
Pacharán Zoco es muy versátil por lo que también se han creado nuevas combinaciones con éste como base, una de los más más irresistibles es el mojito de pacharán que le da un toque de anís al sabor neutro de la bebida cubana más famosa. También hay quienes prefieren beberlo como aperitivo en un cóctel con vino fortificado blanco y jugo de limón, ingredientes que al combinarse le brindan las propiedades estimulantes del apetito.
Actualmente, este licor sigue obteniendo popularidad y reconocimiento en otros países, sin embargo, sigue siendo una bebida muy arraigada a las tierras de Navarra, por lo que al decir pacharán navarro se entiende a la perfección que se habla de Pacharán Zoco.