A pesar de tener un sueño reparador, hay jornadas en las que apenas llegamos al mediodía con energía y el resto de la tarde es un pesar. Toma estos tips para mantener la actitud y control por 24 horas.
Antes de salir al ajetreo de la vida diaria, regálate unos minutos a solas, en silencio, siéntate en un espacio cómodo, con los brazos y las manos sin tensión, cierra los ojos y dedícate a escuchar tu respiración. Este momento te ayudará a desconectarte de lo ordinario para así reencontrarte con tu cuerpo y tus sentimientos más intensos. No necesitas más que 5 minutos.
Un rico baño
Una buena ducha puede modificar tu actitud durante todo el día. Está comprobado que los aromas tienen el poder de influir en tu estado de ánimo; si quieres llenarte de energía prueba Zest Frescura Cítrica con toronja y albahaca, que te dará una bocanada refrescante al mismo tiempo que te activará. Si lo que quieres es un baño relajante, Zest Relajación con vainilla y jengibre te llevará a un ambiente tranquilo. Ambos fueron creados con una fórmula que dejará en tu piel la sensación de suavidad.
Desayuna bien
Desde niños nos lo dicen, la primera comida del día es la más importante, ya que nos ayudará a que el cuerpo tenga la energía calórica para realizar las diversas actividades que la vida nos demanda. Incluye un té verde, te ayudará a la digestión.
Estira tu cuerpo
Sabemos que la rutina del día a día nos dificulta incorporar una rutina de ejercicio, pero no necesitas una o dos horas para mantenerte en movimiento. Puedes realizar una serie de ejercicios cardiovasculares de 15 a 30 minutos por las mañanas, no sólo estarás ejercitando tus músculos, podrás ayudar a tu metabolismo a trabajar mejor y las endorfinas te harán sentir lleno de energía.
Escucha música
Durante la ducha, mientras desayunas o incluso camino a tu jornada laboral, conéctate con tu música favorita. Cantar permite desconectarse de las ideas que nos agobian cada mañana y te lleva a un momento placentero que bien funcionará para que tu actitud cambie y llegues con otra cara a tus actividades.
Con actitud positiva
Si despiertas pensando en lo difícil que será el día o con los problemas del día anterior, lo único que te provocas es mantener a tu cuerpo en un estado de estrés que no te beneficia en absoluto. Si el día pinta para una jornada larga, concéntrate en las pequeñas tareas que puedes ir resolviendo. Planea antes de agobiarte, deja fluir los pendientes sin tensión.
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