Los zapatos son accesorios que en principio tuvieron la función de cubrir y proteger los pies, con el paso del tiempo se fueron adaptaron a diferentes necesidades y etapas de la sociedad, siendo hoy elementos fundamentales en el vestir, capaces de otorgar una elegancia o toque distintivo, a veces mejor que cualquier prenda; forman parte de la imagen de una persona, e incluso logran rebelar tendencia y personalidad.
Muchos zapatos han logrado pasar a la historia, ejemplo de ello son calzados emblemáticos como los zapatos de tacón de Luis XIV y las primeras botas de dama, que fueron diseñadas para la Reina Victoria en 1840.
En los años más recientes, el zapato se torna también en una esfera fetichista, donde personalidades del cine, música y el espectáculo en general han hecho referencia a diversos estilos y diseñadores.
La historia del zapato se remonta al año 10.000 a.C., al final del Paleolítico, fecha de la cual datan algunas pinturas encontradas en cuevas de España y Francia, que hacen referencia al calzado y diversos utensilios para curtir la piel, un arte que ha acompañado a la humanidad desde épocas muy antiguas.
Los primeros diseños de zapatos fueron simples “bolsas de pie” hechas en cuero. En el Egipto antiguo, la sandalia fue el tipo de calzado más corriente, aunque también se utilizaba uno en forma de mocasín que se sujetaba al pie con cordones de cuero sin curtir, y servían para proteger a los pies de las rocas, escombros, y el frío. Con el tiempo, el zapatos se convirtió en un símbolo que marcaba diferencias entre los seres humanos. Los avances que hubieron en el calzado griego se permearon a Roma, donde los zapatos se consideraron símbolo de estatus o en amuleto para la buena suerte. En el siglo XII los moros comenzaron a utilizar babuchas, también conocidas como pantuflas, y en la Europa moderna, entre los siglos XIII y XIV, los primeros zapatos fueron usados en las cortes francesas; ya para el siglo XVI al XVII, hombres y mujeres calzaban prendas de cuero semejantes a las zapatillas (símbolo de estatus social de nobles y ricos), cuyo material más corriente era la piel de vaca y el de mejor calidad, la piel de cabra. En ese mismo tiempo, surgen los zapatos con tacón, elemento estético que puso de moda Luis XIV, quien los utilizaba para aparentar ser más alto. Con la llegada de la Revolución Francesa, se prefiere un zapato cómodo y se acaba con todos los símbolos de la aristocracia; el tacón cede su paso al zapato plano, a los escarpines estrechos y a las sandalias de tiras enlazadas, pero durante el Imperio de Napoleón Bonaparte, los zapatos recuperan sus adornos y surgen nuevos materiales y zapatos acordes con diferentes tipos de actividades.
En el siglo XIX, la Revolución Industrial trajo consigo la numeración y la producción en serie del calzado. Aparecen nuevos modelos y formas de fabricación; la variación de la moda provoca la aparición de suelas crepé, plataformas para hombres y mujeres, sandalias, zapatillas, botas altas y a media pierna, así como alpargatas con suelas de cuerdas trenzadas. Pero sin duda el siglo del zapato femenino fue el XX, donde las mujeres comenzaron a sustituir en el trabajo a los hombres que se marchaban a la guerra, con lo cual se puso de moda un look andrógino y práctico que retomó el calzado bajo. Para entonces, debido a las guerras de la época, hubo una escasez de cuero, que fue sustituido por otros materiales, y los zapatos evolucionaron rápida y vertiginosamente adaptándose al pensamiento del siglo. Aparecieron diseñadores especializados en calzado con renombre, marcas y firmas. Se hacen zapatos con pedrería, de tela bordada, de cuero bicolor, y las plataformas de corcho nacen en la década de los 30 junto con los zapatos tipo Oxford, que son cerrados y con toque masculino.
Con los años 50 llega el tacón de aguja o “stilletto” italiano, que se caracteriza por ser alto y sutil, mientras que el zapato bajo llamado «bailarina» se difunde a través de medios masivos como el cine. Para los 60, mocasines y altas plataformas impregnan la moda, mostrando una tendencia cada vez más evidente de tener un zapato para cada momento.
Hoy en día, hay mucha variedad de calzado femenino, cuyos materiales y colores son muy diversos, también hay una variación entre tonos neutros y colores vivos, estampados, texturas, metalizados, etc. Los avances en la industria del caucho, del plástico, de las telas sintéticas y de los adhesivos industriales han permitido a los fabricantes crear zapatos que se distinguen considerablemente de las técnicas tradicionales de elaboración. En la actualidad los zapatos de cuero y los hechos a mano suelen ser muy costosos; los cueros más blandos se emplean en la realización del empeine y los más duros en las suelas, y su elaboración lleva varios pasos, como la costura, el encolado, la colocación del forro, el lavado, estirado y pulido, aplicación de hebillas, cordones, presillas y otros accesorios.
JULIO como marca de mexicana de moda da al zapatos el justo valor que este tiene dentro de vida y estilo de la mujer, de ese modo se vincula con la tendencias Otoño-Invierno del 2015 para formar una colección de calzado con diseños completamente en tendencia y de alta calidad, con materiales como el charol, la gamuza y la piel de ternera.
En sus tres líneas, Casual, Colección y Trendy, hay elementos característicos y fundamentales de la temporada.
Casual. Presenta una propuesta con sandalias de tacones anchos en madera y botines de gamuza con flecos en gris y café, que se remontan a los años 70; zapatos tipo botín con corte laser, o lisos de gamuza; bailarinas (flats) con moño al frente, y unas botas planas altas, de corte tipo Oxford, con elástico y punta redonda. Para terminar, unos botines en piel de ternera con estoperoles, detalle sobresaliente y en tendencia.
Colección. Hace referencia a texturas y brillos con tonos metalizados, plateados y dorados en sandalias de tacón de aguja con tiras y pulsera en T con hebilla, y en unos zapatos puntiagudos con pulsera doble (en empeine y tobillo) con textura animal. También serán características las sandalias en charol con plataforma y correa T frontal en opciones rojo, negro y gris, así como modelos peep toes (que dejan algunos dedos descubiertos) y que van desde un estilo muy clásico en beige, marino, negro y carmín, hasta unos zapatos abotinados de tacón de aguja en piel de ternera combinada con ante.
Por su parte, Trendy incluye en sus diseños formas puntiagudas en unos pumps, en flats con contorno de cierre, y en botines y botas altas combiadas con piel y gamuza. Las texturas también están presentes y se pueden encontrar en otros pumps negros de acabado mate, y en sandalias de tiras anchas de piel tipo cocodrilo con hebillas. Otro detalle en tendencia es el corte laser, que se puede ver en unos botines que descubren ligeramente los dedos (peep toes). Por último, unas botas de ante con tiras gruesas cruzadas con broche metálico, tacón ancho y suela de goma.
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