En el mundo de las catas y los maridajes se habla mucho de los vinos blancos, tintos o espumosos, sin embargo, en nuestra industria vitivinícola nacional contamos con una categoría en la que cuenta con una amplia especialización y que representa el 10% de la producción nacional de vinos de mesa: los vinos dulces mexicanos.
El vino dulce mexicano tiene más de 150 años elaborándose en bodegas mexicanas, donde se ha perfeccionado hasta deleitar el paladar de los mexicanos, quienes no pierden oportunidad para degustarlo en un brindis, como postre al término de una comida, acompañarlo con sus platillos favoritos o tomarlo solo en una reunión entre amigos.
“Los mexicanos tenemos el paladar dulce y el aumento en el consumo del vino que ha tenido nuestro país en los últimos años se explica, en gran parte, debido a que los mexicanos hemos encontrado en los vinos dulces un delicioso y amigable primer contacto con la bebida que nos ha abierto la puerta a la cultura del vino”, señala Paz Austin, Directora del Consejo Mexicano Vitivinícola.
Vino de calidad
Es preciso diferenciar los vinos dulces mexicanos con otro tipo de bebidas. Un vino dulce no es un refresco o un jugo con azúcares añadidas, sino una bebida viva, obtenida bajo el proceso vitivinícola tradicional que requiere cualquier otro vino en el mundo y que forma parte de una industria que genera bienestar para los mexicanos y reconocimiento internacional.
La Norma Oficial Mexicana 199, clasifica a los Vinos de Mesa Dulce a aquellos que se obtienen de la fermentación alcohólica de los mostos de uva y que cuentan con un contenido alcohólico de 8,5 % a 15% alc. vol. Es decir, los que cumplen con estrictas normas que garantizan su calidad, sus características y que tienen como origen uvas de primer nivel.
En México, contamos con vinos dulces mexicanos blancos, espumosos, rosados y también tintos, cuya variedad y marcas se han incrementado con éxito en los últimos 7 años. Se producen, principalmente, en regiones del norte y centro del país como Zacatecas, Coahuila, Aguascalientes, Querétaro y Guanajuato.
Marcas como Sangre de Cristo de Bodegas Ferriño, Ruby de Bodegas La Redonda o Cu4tro Soles de Bodegas Valle Redondo, son marcas emblemáticas en nuestro país. Por ello, el Consejo Mexicano Vitivinícola (CMV) te recomienda algunos vinos dulces mexicanos que debes probar.
Sangre de Cristo Bodegas Ferriño
Este vino originario de Cuatrociénegas, Coahuila, es muy amable con el paladar gracias a su moderada graduación alcohólica. Bodegas Ferriño fue fundada en 1860 y desde ese momento se dedica a la elaboración de Vinos Generosos haciendo de este vino parte de la identidad mexicana. Su sabor característico proviene de las uvas Lenoir y Rosa del Perú, brindando aromas de cereza y uva, así como una consistencia ligera ideal para acompañar platillos agridulces o combinarse con limonada para una clásica sangría.
Su nombre deriva del vino de mesa italiano “Lacrima Cristi”, Don Miguel Ferriño Lander fundador de la bodega y proveniente del sur de Italia refirió este nombre en el vino afrutado y dulce que comenzó a producir.
Ruby La Redonda
Con vibrantes tonos rojizos y violetas, este vino es tan delicioso como vistoso. El viñedo más grande de Querétaro cuenta con esta etiqueta que ejemplifica el concepto de vino dulce con uvas sobremaduras de la cepa Ruby utilizadas en gran porcentaje para su elaboración.
De gran brillantez y con aromas a higo maduro, membrillo y otras frutas compotadas, es un gran acompañante de postres con chocolate, quesos suaves o preparaciones con salsas agridulces. Con sensación suave en boca, pero gran personalidad y persistencia, se ha ganado un lugar en el corazón de los mexicanos.
Cu4tro Soles Vino Tinto Afrutado
Cu4tro Soles conforma una línea de vinos mexicanos con diferentes características para que cada mexicano pueda elegir de acuerdo a su gusto y preferencia.
Nuestra bodega busca contagiar La Vinocracia, es por ello que cada variedad refleja y representa una personalidad y estilo propio: La alegría, el éxito, la fortaleza y la determinación que mueven a los mexicanos de hoy.
Son vinos balanceados, amigables, sin pretensiones y fáciles de tomar que combinan a la perfección con la cocina mexicana. La ubicación de nuestros viñedos, las características de la uva de la región y la experiencia de la familia Cetto respalda la calidad de nuestra bodega.
Dulce Apapacho de Hacienda de Letras
La bodega de Aguascalientes localizada en Valle de Montegrande tiene un particular color azul índigo, excelente para experimentar con este estilo de vino. Con un gusto delicado de frutos del bosque como mora azul, zarzamora y melocotón, es un buena opción para digestivo o una forma de acompañar postres afrutados.
Por todo esto y más, el vino dulce se ha convertido en el favorito de la mayoría de los mexicanos y es que es único en sabor, pues el clima de nuestro país aporta al vino características diferentes a los del resto del mundo como en la frutalidad, potencia y acidez, logrando una evolución favorablemente en la industria.
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