Por Roberto Yáñez
Un concierto entre cómplices brindan las divas, ante una Arena Ciudad de México abarrotada.
La noche fue de valientes, de una Trevi y una Naranjo, que lograron el match perfecto para seducir a 17,800 almas que se atrevieron a vibrar después de un periodo de silencio y espera en el mundo. “Sold out “decía la leyenda en redes y taquilla, un logro más del cartel encabezado por la regia, que ha sido nombrada como la única artista en tener el record de llenar la Arena Ciudad de México por merito propio.
La estrella pop de México compartió los reflectores con una de las voces más potentes y seductoras del ámbito artístico de habla hispana: La Naranjo, Mónica, la voz que conmueve hasta las entrañas con cada una de sus interpretaciones y que ha sabido ganarse a pulso el derecho de piso para mantenerse en un “one to one” con la cantante más querida por la comunidad LGBTQ+.
Desde las 20 horas empezó a llegar el público. Un claro arcoíris tinta la noche, los asistentes fueron, en su gran mayoría, integrantes de la comunidad gay.
De diferentes edades, de todas las áreas de la ciudad y estado de México, arribaron con atuendos lúdicos que rendían honor a su reina, la Trevi. Vestimentas de color, tintes rosas, banderas de los colectivos, sonrisas y gran entusiasmo, fueron el marco previo y durante el concierto que empezaría un poco antes de las 10 pm.
La energía se sintió desde la primera canción, Grande. Enorme, la entrada de ambas con el dueto en el pusieron la semilla de una sinergia que después de ahora, será sin duda, de buena fortuna en una gira de Valientes y por mucho tiempo.
La noche fue de hits, tal como Mónica aseveró al inicio de la velada y como Gloria refrendo con sus primeros éxitos.
La travesía que se inició en el 2020, ahora bajo la luz de la esperanza y celebración a la vida, tomó forma en un gran foro, la Arena Ciudad de México. Sentimiento, talento y voz, fueron las constantes en un set de 28 canciones que corearon y bailaron al unísono los asistentes, que permanecieron fieles a las divas hasta el cierre del concierto más allá de la medianoche.
Dos estilos, una forma de evocar un pasado grande, para hacer grande el presente. Muchas imágenes aparecieron en la mente de los asistentes que lo mismo celebraron “Sola” , de la Naranjo que al “Doctor psiquiatra “ de Gloria, entre tantas canciones que se integraron a la vida pop contemporánea, como las favoritas: de Mónica, “El amor coloca”, “ Desátame”, “Sólo se vive una vez” y “Sobreviviré” entre otras, así como los hits de la Trevi, entre las más cantadas por el público: “ Todos me miran”, “ Hoy me iré de casa”, “Tu ángel de la guarda” y “ El recuento de los daños”.
Musica sin género
Una consigna estuve presente: cambiar al mundo bajo el lenguaje de la música, con el sentir más fuerte y universal, el amor. Los mensajes de inclusión y respeto por el ser, fueron el punto de convergencia de ambas, que invitaban, cada uno con su estilo, a vivir la vida, entregándose al amor y con valentía para ser quién se elija ser, ante todos y ante cualquier circunstancia.
Los looks de ambas, mostraron lo mejor de su silueta y estilo.
Mónica se miró con la sensualidad que caracteriza la estilización de su silueta, en total look con grandes escotes, en negro, plata y acentos metálicos.
La Trevi, con vestuario que mostraban sus piernas y una producción de vestuario que hacía match perfecto con su esencia y en escena, con una atractiva variedad de colores.
El escenario, mesurado y con juego de luces, evocaban lo retro y lo lúdico de las rítmicas canciones de ambas, así como un casting de bailarines que ejecutan a la perfección y con una constante: su físico, un atractivo más para el público asistente.
Ambas cantantes demostraron su sentir a través de su historia personal, que mencionaron con aplomo y tradujeron en sentimiento en las interpretaciones de sus éxitos. Ambas suman, se complementan, no compiten. Cada uno por sí, es grande, como grande será la continuidad de ser cómplices, como lo demostraron en la Arena Ciudad de México, al cierre de su concierto con la canción que las unió y como un ciclo, cerró la velada: Grande, en una gran noche en que la lluvia no impidió que 17,800 almas lo disfrutarán, siendo como Gloria y Mónica, la Naranjo y la Trevi, “Valientes”.