El Episodio 4 inició temprano. Pocos minutos después de las 9, el ganador del concurso #JukeMx para abrir TNDMx, Tomita –un veinteañero apasionado de las grabaciones de campo y la teoría del sonido– se encargó de dar una bienvenida sonora cargada de intensidad, con un dj set en el que asomó una visión futurista del dancefloor –para esas alturas de la noche apenas en gestación– en la que cupo desde el misticismo de Wesley Matsell hasta las atmósferas post-internet de K15 con piano agridulce incluido.
Transcurrido el dj set de Tomita, dio inicio el formato concierto de #TNDMx2015 con The Last Faders, el trío integrado por Rodrigo Díaz, Octavio Figueroa y Pepe Acebal dio muestras de su EP debut, Love Waves, y de su fascinación por ritmos como el funk y el soul para crear una aproximación muy contemporánea a las décadas de los 70 y 80.
Para su aproximación al pop en vivo, acompañaron a Métrika en el escenario Alexis Ruiz (en el vibráfono), Andrés Sánchez (en el bajo), Billy Méndez (en la guitarra), Pipe Ceballos (en la batería), Rodrigo Díaz (de The Last Faders, en los Rhodes) y Micca (en los coros), con quienes se alió para llevar a esta noche de múltiples atmósferas y sensibilidades las versiones en vivo de los temas de Afterwards, en el que cada canción concentra un momento especial e intenso de la vida de Diego.
Y si a Métrika le vimos explorando una faceta del pop más orgánica, cuando la canadiense Jessy Lanza subió al escenario tocó el turno de manifestarse al pop electrónico de impulso experimental, especie de R&B futurista que ha sido descrito como erótico y lleno de gracia, sensual pero gélido al mismo tiempo. Luego de ver expandirse la voz de Jessy sobre los sintetizadores e hipnotizar a una gran parte de la audiencia, llegó el turno de Dorian Concept, uno de los actos más selectos de Viena, que se encargó de inaugurar formalmente el formato fiesta de #TNDMx2015.
En el set de Dorian Concept vimos expresarse de manera vertiginosa diversas facetas de su espectro musical, casi como si nos hubiéramos asomado al disco de remixes a su álbum Joined Ends, con versiones empapadas de adrenalina a los temas en los que le escuchamos –desde la salida de su álbum más reciente para Ninja Tune– estrenar una nueva faceta de su repertorio musical, con más jugueteos en los teclados, que para su traslado al live, como atestiguamos el sábado en piernas propias, se transforma en un performance dinámico que transita por el techno, el hip-hop o el grime, siempre en versiones personalísimas.
Le siguieron, en una cabina estratégicamente ubicada al otro lado de la Sala, Soul of Hex, dueto de productores y djs de Tijuana conformado por 4004 y Sebastien Vornhaus, quienes dispusieron de hora y media para mostrar su particular visión del house, con elementos jazzy y guiños constantes a Chicago, y dejar la pista de baile –que para entonces comenzaba a extenderse a una buena parte de Sala– preparada para la llegada de Lindstrøm, el noruego productor de música disco ultracontemporánea y cuyo set todos sabíamos que sería el clímax indiscutible de la noche.
Y el encargado de mantener en movimiento a quienes querían seguir sacando jugo a la noche fue Iñigo Vontier, productor tapatío, mitad de Salón Acapulco y creador de la disquera Mix Le Fun, que preparó para la ocasión un live especial con el que, pese a un traspié técnico, consiguió cerrar con estilo y contundencia una noche de 8 horas de música y la entrega 2015 de TNDMx, la propuesta de dos días de actividades audiovisuales que fueron posibles gracias al apoyo de Nissan Juke, al que vemos cada vez más involucrado en apoyar las iniciativas culturales más propositivas de la ciudad. Queda un reto para los organizadores de TNDMx: superar el tándem que este año renovó entusiasmos, dejó emotiva huella e indudablemente, hizo crecer las expectativas.