Detecta las red flags de tu colchón y cámbialo a tiempo para que tu columna no se vea afectada.
No limites tu descanso y conoce las razones para saber cuándo invertir en un nuevo colchón.
Una nueva temporada da inicio. El otoño llega, y con el cambio de estación nuestro cuerpo debe también adaptarse a las nuevas circunstancias. Esto puede generar una baja de energía, que conlleva a tener una sensación de fatiga y menos ganas de estar fuera de casa. Adicionalmente, el ciclo normal de sueño se ve afectado por el cambio de horario y exposcición a la luz solar, ya que anochece más temprano.
Para prevenir estos sintomas y poder así disfrutar de un buen descanso, debes estar preparado. El colchón es la pieza clave que te ayudará a ajustarte a la nueva temporada, por lo que te damos a conocer 5 razones para saber si es momento de un upgrade.
1.Manchas y bacterias
Un colchón suele acumular gran cantidad de humedad. Ésta, junto al calor corporal y a la piel que se descama de forma natural, ofrece a los ácaros el entorno ideal para vivir y multiplicarse. Ellos son los principales microorganismos que habitan en los colchones, pero no son los únicos.
Los derrames accidentales de fluidos corporales o líquidos promueven la aparición de hongos, bacterias y malos olores.
Por más que laves y aspires, la tela y fibras del colchón se van desgastando, provocando que la tarea de limpieza sea desgastante y desalentadora.
2.Huecos repentinos
El desgaste del colchón se ve reflejado en el hundimiento o bultos en la superficie del colchón. A medida que se utiliza un colchón, éste va perdiendo su forma original. Y en casos extremos, tu silueta puede llegar a quedar marcada en el espacio que siempre duermes.
Aunque lo voltees cada 3 meses ese hundimiento se seguirá presentando, provocando que no puedas tener un descanso profundo, teniendo sueño durante el día siguiente.
3.Los famosos resortes
Te sorprendería saber que aún existen colchones con demasiados resortes dentro que al irse desgastando van saliendo de orbita hacia la superficie. Cuando menos lo esperas estas en un campo minado de resortes que te provocarán estrés, generándote nudos en todo el cuello aparte de la picazón y hasta raspaduras que te puedan causar.
4.El tamaño sí importa
Quizá desde pequeño dormías en un colchón individual, pero conforme van pasando los años, las necesidades cambian. El poder estirarte sin salirte de los bordes, dormir sin patear a tu pareja o sacar volando a tu mascota en medio de la noche son indicios de que podrías estar durmiendo más cómodo en un colchón con el tamaño que se adecúe a tus verdaderas necesidades.
5.Malos olores
Por muchas veces que el colchón se haya lavado, si éste conserva ciertos olores que se hacen notar incluso sobre sábanas frescas, es momento de un cambio. Quererlo disfrazar con aromatizantes o incluso con perfumes, en lugar de mejorar el olor, creará un popurrí de aromas que a largo plazo se tornará incomodo y desagradable al momento de dormir, logrando que tu descanso no sea satisfactorio.
Dormir bien es esencial para la salud, así permites que tu cuerpo se recupere del desgaste diario y que tu cerebro sea capaz de procesar información y gestionar las emociones adecuadamente. Para un descanso profundo, lo mejor es tener un buen colchón.
Los colchones Emma al ser hipoalergénicos y contar con una novedosa tecnología termorreguladora, ayuda a la reducción de malos olores, se mantiene libre de bacterias y, además, debido a sus 3 capas de espuma perfectamente combinadas garantiza un mejor soporte para columna.
Aunque los colchones no vengan con una fecha de caducidad, debes de saber que si tienen una vida útil. Por lo tanto, identificar las señales que indican que debes cambiar el colchón es esencial para no preocuparse, dormir feliz y vivir al máximo.
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