Desde hace más de diez años, Dominio Fournier apostó por llevar la dirección enológica a través de la visión de dos grandes mujeres, que toman las decisiones más importantes durante el cultivo, la bodega y el vino resultante.
González Byass desembarca en el corazón de Ribera del Duero con Dominio Fournier, una pequeña bodega ubicada en Berlangas de Roa.
Esta Familia de Vino da un paso más en su deseo de representar la diversidad y riqueza enológica de España con dos vinos emblemáticos: Dominio Fournier Crianza 2016 y Dominio Fournier Reserva 2014. Los oficios artesanos de ayer son la inspiración del trabajo de sus dos enólogas, Marian Santamaría y Laura Terrazas.
Con esta adquisición, González Byass cumple un anhelo histórico con Ribera del Duero que se remonta a principios del siglo XX. Desde esta fecha, miembros de varias generaciones sintieron una vinculación emocional por la calidad de sus tierras y de sus viñedos antes, incluso, del nacimiento de la denominación de origen. Hoy, esta Familia de Vino materializa su presencia en esta región con Dominio Fournier, una bodega situada en un lugar escondido y privilegiado a orillas del río Duero.
Desde la viña ya se imprime el amor por el detalle. Desde los primeros brotes de la primavera hasta los otoños de vendimia, experiencia, pasión y compromiso guían los pasos de Dominio Fournier, bodega que conserva el legado de su fundación, en 1960. Todo para ser fieles a la mejor tradición vinícola de la región. Todo para elaborar vinos elegantes, estructurados, intensos y orgullosos de su origen, resultado del trabajo manual, las pequeñas partidas y el minucioso cuidado por los detalles.
Dominio Fournier Crianza 2016
La muestra de esta filosofía es Dominio Fournier Crianza 2016. Elaborado con uvas seleccionadas y vendimiadas manualmente, permanece entre 12 y 14 meses en barricas de roble francés y americano, un tiempo que le otorga complejidad y personalidad y permite aflorar los aromas terciarios resultado de su crianza. En boca es fresco, untuoso y elegante, dejando un recuerdo muy agradable y alta persistencia. Es un vino armonioso y equilibrado, perfecto para maridar con quesos fuertes y carnes.