“La temática general de esta exposición, como la de toda mi obra, es mi necesidad fundamental de documentar, plasmar y dialogar, con los pasos que doy, a través del tiempo y el espacio. Siendo la obra un resumen de mi vida en los últimos cuatro años, sentí que podía hablar por sí sola. Mi vida es un continuo caminar y en mi obra quedan los restos de las culturas que visito. Cada centímetro de cada una de mis piezas, es como si fuera un paso por el mundo, un recuerdo de mí andar”.
Con estas premisas, Luca Bray, pintor de origen italiano detalla su más reciente trabajo pictórico, para luego agregar que son sus viajes lo que más recrea y refleja en sus cuadros, sin que por ello se deslinde de las realidades del mundo que lo rodea, a pesar de que son esas mismas realidades las que lo inspiran y hacen que su vida sea más rica en emociones y expresiones, conceptos que para él son fuentes inagotables de creación. La gran mayoría de las piezas, a decir del expositor, fueron concebidas pensando en Casa Lamm, espacio que conoce y con el cual comparte una especie de complicidad. Sin embargo, para esta ocasión incluye 2 piezas que estuvieron expuestas en el museo San Domenico en Crema, además de presentar su libro Luca Bray: Un Mar de Sueños.
Su técnica no ha cambiado mucho pues se sigue adueñando del óleo sobre tela, carbón sobre laminado, óleo sobre papel y acrílico sobre algodón. En cambio, en el terreno de su paleta Luca Bray abre las posibilidades y juega con una gamma por demás amplia debido a que en los últimos 4 años ha viajado del mar a desierto, de la montaña a la ciudad, del primer mundo al lugar más remoto del tercero y cada uno tiene su proprio tonalidad y textura, pero sobre todo, alma.
Al momento de interactuar con el lienzo en blanco, Luca Bray, a decir de Alberto Mattia Martini “Surgen palabras, recuerdos, sueños, miedos y deseos que se persiguen, se entrelazan e interactúan, dando forma y concepto a ideas que evolucionan gradualmente y se transforman en imágenes, gracias a que las manos se mojan directamente en la pintura sin intermediación del pincel, hasta encontrar armonía y sinergia, para luego internarse en el lienzo, espacio donde óleos y acrílicos terminan por mezclarse, guiados por las manos de Bray.”
A lo largo de los últimos cuatro años, cuenta Luca Bray, pasaron muchas cosas. Fue seleccionado como artista invitado al SWATCH Art Peace Hotel, en Shanghai y al final una de las piezas se quedo como parte de la colección SWATCH/Pinault. Después, en la universidad NSW en Sydney trabajó sobre papel hecho a mano. A su regreso a Italia, el museo San Domenico en Crema le ofrece su primera exposición Individual en Italia, donde presentó más de 40 piezas, entre las que estaban algunas piezas sobre papel Fabriano, empresa que decidió usar sus piezas como imagen para celebrar sus 750 años de vida, puntualizó Luca Bray.
“Aparte de esto, naturalmente he continuado con mi crecimiento artístico exponiendo en diferentes partes del mundo, siempre contento con los resultados de colaboraciones interesantes internacionales. Pues el mundo, por más grande que parezca, es del tamaño que nosotros deseamos que sea. Yo he decidido que puedo caminar alrededor del planeta con mi obra sin verme obligado a parar en un solo lugar o casarme con un solo mercado. Afortunadamente hay muchas propuesta en puerta: una exposición en Shanghai con SWATCH y Francois Henri Pinault, una exposición individual en el MAQRO de Querétaro y Sao Paolo en Brasil para el 2015”.
Con piezas como Transparente, Aria, Serie de 12, Tierra, Il tempo finisce, Tu espiro, Un día de lluvia, Un día de sol, Agua, Explotaste, Milagro de un viento, Tierra sin dueño y Yo Japón, por tan sólo mencionar algunas, la inauguración de la muestra Luca Bray, del pintor del mismo nombre, se lleva a cabo en la Galería Planta Alta, del Centro de Cultura Casa Lamm, ubicado en Avenida Álvaro Obregón 99, colonia Roma.