A lo largo de tres generaciones, Bodegas Emilio Moro se ha posicionado como una de las bodegas más representativas e innovadoras de Ribera del Duero. En la actualidad José Moro preside dicha bodega y exporta a más de 70 países vinos de excelente calidad, hechos con pasión y avalados, por una tradición centenaria y por haber conquistado los paladares más críticos.
Una de las cosas que más llama la atención cuando hablas de tú a tú con José Moro es que para él, el mejor vino del mundo no existe “es aquel que más te gusta dependiendo del momento y de la compañía”. En palabras del presidente, “si te gusta un vino, ya sabes de vinos. No es necesario tener unos conocimientos excesivamente técnicos para disfrutar del buen vino y valorar su calidad”. Por ello, considera que hay que saber disfrutar de las bondades y del alma de los vinos que más nos apasionen.
Dentro de Bodegas Emilio Moro se puede encontrar un amplio abanico de posibilidades que te harán entender la más pura esencia de la variedad reina Tempranillo. Emilio Moro y Malleolus son dos de los vinos que representan la esencia de la bodega a la perfección; Emilio Moro, sutil, equilibrado con una elegancia sobrenatural y Malleolus, elaborado con uvas de majuelos viejos, perfecto representante de una potencia y estructura exquisita.
Fiel a la herencia de su familia, José Moro continúa compartiendo su amor, pasión y respeto por el mundo vitivinícola e invita a los amantes del vino, que están entrando en ese maravilloso mundo, a experimentar sin miedo ya que “todos tenemos vinos favoritos, pero creo que de lo desconocido siempre parte un gran descubrimiento”.
Por ello, como una guía para invitar a todos los consumidores a disfrutar una copa de tinto, José Moro comparte tips básicos que pueden ayudar a mejorar la experiencia para disfrutar un bien vino:
La temperatura ideal para servir un vino tinto son 16°, a esta temperatura el vino exalta todas sus características organolépticas, tanto aromáticamente como en boca: “Que no te dé pena pedir una cubitera para ponerlo a enfriar”.
Descorcha la botella correctamente, se debe cortar la cápsula para evitar que el vino la toque al ser servido e introducir el sacacorchos con el máximo cuidado -evitando atravesarlo por completo- para que no caigan partículas en el vino que puedan entorpecer su ideal consumo.
Sirve la cantidad adecuada, con llenar 1/3 de la copa se pueden disfrutar y percibir perfectamente sus características.
La copa se toma por el tallo, precisamente para evitar variar la temperatura del vino.
Identificar sus características, esta es la parte más emocionante de la experiencia, la cual comienza al servir en copa. José Moro realiza una cata exprés para la ocasión a través de las tres fases:
Vista: en este paso se puede identificar de un vistazo si un vino es joven, si el anillo en copa es de una tonalidad azul; o más maduro, si el anillo es de tonalidad roja. Las gotas de vino dan pistas sobre la densidad y ligereza, lo que constituye el cuerpo del vino.
Para disfrutar adecuadamente de la fase olfativa debemos entender acerca de tres aromas:
Primarios: estos provienen de la cepa o uva.
Secundarios: provenientes de las fermentaciones.
Terciarios: originarios de la crianza y del envejecimiento en botella.
Fase gustativa: en un buen vino debe existir un equilibrio y armonía en el paladar entre: amargor, acidez, salinidad y dulzor. Todo tiene que ser equilibrado.
Estas son las recomendaciones que José Moro da para que una botella de vino se convierta en una experiencia inigualable.
Cada vino tiene una personalidad única, por lo que recomienda probar para identificar el tipo de vino que va más con cada persona, “sólo hay que entrenar a tus sentidos para poder percibir los matices de los vinos, y cuántos más pruebas, más los disfrutas, porque eres capaz de extraer aromas que harán que te enamores más y más de los ellos “.
Para conocer más de Bodegas Emilio Moro y sus vinos visite:www.emiliomoro.com
De venta en tiendas especializadas, tiendas departamentales y Vinoteca a nivel nacional.