En el mundo, cada botella de plástico tarda 450 años en descomponerse.
Si no está a la intemperie, la cifra se aproxima a los mil años, lo que ocasiona en el planeta un impacto ambiental difícil de mitigar. Los plásticos estándar no se biodegradan rápidamente y por ello los residuos plásticos se han convertido en un problema ecológico cada vez más importante.
Durante los últimos años, Johnson & Johnson Consumer Health ha venido implementando diferentes iniciativas para reducir el consumo de plástico virgen mediante el uso de más materiales reciclables y reciclados. Estas iniciativas incluyen los envases, empaques y etiquetas de sus productos.
El plástico PCR es material que se recicla posteriormente a su consumo, y que después de un proceso de transformación, se vuelve materia prima para producir nuevos productos de uso final.
El uso de plástico PCR es un paso importante hacia procesos más sostenibles porque reduce las emisiones de dióxido de carbono y el consumo energético, provoca menos desechos, y apoya un aprovechamiento más racional de los recursos, evitando que terminen en vertederos.
“El plástico juega un papel fundamental para mantener la calidad, seguridad e integridad de nuestros productos a lo largo de su vida útil. Por eso, estamos avanzando en nuestro programa: “Misión de vidas saludables”, para reducir el impacto ambiental de los empaques que producimos. Incorporar plástico reciclado en nuestras botellas nos permite mitigar el impacto ambiental de nuestros envases y evitar el uso de 440 toneladas de plástico virgen, equivalentes a 12,6 millones de botellas al año.
Nuestra meta es que para 2030, el 100% de nuestras botellas estén hechas totalmente de PCR, manteniendo la seguridad y calidad por encima de todo” afirma Leonardo Curado, Director General de Johnson & Johnson Consumer Health para Colombia.
Actualmente, las botellas de LISTERINE® ya están fabricadas con PET, el plástico más reciclado del mundo.
La incorporación de PCR atiende al compromiso de continuar generando soluciones innovadoras que enfrenten desafíos medioambientales.
Cabe resaltar que las nuevas botellas ya están a la venta y sirven como impulso para el cambio de comportamiento de los consumidores en torno a los desechos plásticos.
Además, el sistema de producción de LISTERINE® llamado “Global Aquatic Ingredient Assessment”, está patentado en los EUA, y es una herramienta para formular productos no tóxicos y biodegradables que no son perjudiciales para la vida acuática y los ecosistemas.
Según lo anuncia la compañía, para enfrentar los desafíos globales de sustentabilidad y lucha contra la contaminación, mantienen una innovación constante en su cartera de productos, por ejemplo, están comprometidos con eliminar recipientes de plástico negro para 2022.