Evitar hablar y solucionar temas monetarios con la pareja es uno de los motivos más comunes que afectan seriamente cualquier vínculo interpersonal y familiar al punto de terminarlos, de no llegarse a abordar.
Estos conflictos se relacionan directamente con tres de los componentes esenciales que los psicólogos reconocen como claves para lograr una relación amorosa funcional y exitosa, que son el compromiso, cumplimiento de acuerdos y la comunicación.
Con el compromiso se establecen acuerdos para alcanzar objetivos (hablando de dinero y de cuestiones sentimentales), que al lograrse, permiten la satisfacción de ambos y como individuos. Con el segundo factor cada uno establece y cumple acuerdos para alcanzar esas metas y deben ser igualitarios. En tanto la comunicación es el nexo a través del que se transmite si todo marcha conforme a lo acordado o si es necesario renegociar según las capacidades de cada uno.
Bajo esta perspectiva, cuando no hay objetivos económicos claros para lograr juntos, como el organizarse equilibradamente con los gastos, es difícil comprometerse, pues no hay estructura, ni propósito y todo empeora si se evade el asunto. Es por eso que existe el refrán de que “cuando la pobreza entra por la puerta, el amor sale por la ventana”.
No obstante, los expertos del programa de educación financiera y negocios, Aprende y Crece de Banco Azteca, recomiendan poner el tema del dinero sobre la mesa, de preferencia desde que se establece un noviazgo estable, pero si la relación ya ha avanzado, nunca es tarde para hablar con transparencia de lo que se gana por el trabajo, lo que se puede aportar para los gastos corrientes, el ahorro, entre otros, así como fijar objetivos que unan más a los involucrados y donde ambos estén dispuestos a educarse más para crecer y fortalecerse financieramente.
Así, Aprende y Crece te da una lista de qué hacer y qué no hacer con las finanzas en pareja, para evitar infidelidades financieras, y así entre los dos identifiquen y corrijan factores de riesgo financiero:
- Eviten ocultar las cantidades de ingresos. Para maniobrar mejor los gastos corrientes y llevar un estilo de vida lo más cómodo y holgado posible.
- Conozcan sus cuentas de ahorro. Principalmente para afrontar contingencias e incluso, planear la educación de los hijos y hasta las vacaciones.
- Eviten esconder deudas o tarjetas. Incluidas tarjetas de crédito y departamentales activas. Conozcan los saldos de cada plástico, montos totales de adeudos, fechas de corte, monto de pagos mínimos, intereses y anualidades. De acuerdo con BBC Mundo, la “infidelidad financiera” es más común entre nuevas generaciones, por ejemplo, los millennials (entre 18 y 37 años de edad), tienden a guardar más secretos sobre su dinero a las parejas, que generaciones anteriores.
- Realicen un Diario de Gastos. Antes de dormir, anoten en conjunto todos los gastos que realizaron sin olvidar ninguno: propinas, estacionamientos, golosinas, préstamos, etcétera. Este diario exige completa sinceridad y confianza.
- Aporten el mismo porcentaje. Muchas parejas tienen el mismo pensamiento “mitad y mitad” pero, ¿realmente es la mitad partiendo de lo que gana cada uno? Determinen un porcentaje justo para cada uno de los gastos que realizan, sus gastos exactos podrán revisarlos desde su “Diario de Gastos” Ejemplo: 30% para renta de vivienda, 25% para despensa, 15% para diversión.
- Eliminen fugas de dinero. Analicen en qué se va el dinero de modo cotidiano y creen estrategias para gastar menos como: compartir cuentas de streaming y elegir por planes familiares donde puedan invitar a parientes y amigos.
- Ahorren a corto plazo. Pongan una meta financiera para viajar, un nuevo guardarropa para los dos, un curso con el que ambos puedan crecer profesionalmente o en pareja.
- Inviertan. Piensen a largo plazo, su retiro o en un bien como una casa, terreno o un negocio. Las inversiones benefician a ambos, son un nuevo comienzo para hacer crecer su patrimonio o la familia.
Es muy fácil, ¡aprende y crece!