Las fiestas patrias son una buena ocasión para celebrar el talento, la creatividad, la dedicación y la autenticidad que vive y se gesta en este país. Lo bien hecho, la dedicación y el impulso a mejorar.
Con eso en mente, Kichink realizó una selección de 10 diseñadores mexicanos que representan y comparten estos valores, con propuestas únicas, originales, de gran calidad, y que además se han dedicado a apoyar a su país y difundir su grandeza. ¿Lo mejor? Todos están al alcance de un clic: con sólo quererlo, una prenda de estos grandes puede estar en la puerta de tu casa en tan sólo un día. Una razón más para tus lectores de celebrar y, este año, hacerlo de una manera distinta: apoyando el talento nacional.
Ana Behabik es la línea de Mónica Ruiz. Ana Behabik significa «te amo» en árabe, un amor fuerte y duradero que siempre viene de la mujer. Esta línea busca busca atraer justo eso: mujeres independientes y fuertes. La colección tiene una ligera inspiración setentera.
Una propuesta sofisticada y sobria: Yakampot es la marca de Francisco Cancino, que generó revuelo en revistas y entre editores de moda al lanzarse en pasarelas y lo convirtió en uno de los diseñadores mexicanos más importantes. Cada una de las piezas que conforman sus colecciones es una mezcla de telas de altísima calidad, procesos artesanales muy cuidados y materiales de tradición mexicana -como bronce y vidrio soplado-. Sus prendas son elegantes, con cortes geométricos y muy bien confeccionadas.
Lydia Lavín es una de las diseñadoras mexicanas mejor posicionadas tanto en el país como en el extranjero. Sus diseños de ropa para mujer se inspiran en la riqueza cultural y textil de México y para su creación colabora con artesanos mexicanos. La campaña Visit Mexico 2012 estuvo vestida con prendas de Lavin, que se pudieron ver en miles de taxis en Londres. Sus colecciones se han presentado, además de en tiendas y showrooms, en museos y galerías gracias a su fuerte influencia de la tradición mexicana (como su constante regreso al zarape, que utiliza en diferentes variantes).
Completamente hechos a mano por la diseñadora, en cada uno de los pasos de producción, MíTu ofrece zapatos con diseños oxford e inspiración de los años 50, a base de materiales completamente mexicanos. Cada modelo es una edición limitada.
Calzado Stuka es una marca de zapatos originaria de León, Guanajuato, con un look urbano preppy para hombre y para mujer. Están hechos completamente a mano y todos son de cuero de la más alta calidad, lo que los vuelve muy cómodos en el uso diario. Uno de sus pilares es que sus diseños sean sustentables y unisex.
Desde el 2009 que saltó a la fama por ser el ganador de Elle México Diseña, Kris Goyri se convirtió en uno de los diseñadores más consagrados de la moda nacional. Sus diseños se inclinan hacia la alta costura: vestidos de corte dramático, jumpsuits y materiales de muy alta calidad, como gasa de seda. Goyri ha vestido a súper modelos, como Miranda Kerr.
La firma de Pável Jiménez, MANOV, ofrece ropa para hombre con un look muy moderno, líneas geométricas, colores neutros y prendas elegantes. Jiménez se formó como sastre, y es esta educación la que marca todas sus colecciones: es pionero de la sastrería híbrida, ya que fusiona este oficio clásico con diseño contemporáneo.
Pink Magnolia comenzó como una pequeña boutique en la colonia Polanco donde se reunían varias propuestas locales. Ahora, la marca de las hermanas Wong es una de las más poderosas en el mundo de la moda mexicana, tiene alianzas con Comercial Mexicana con una línea más accesible, y exporta sus prendas a los mercados asiáticos. Su ropa está pensada para mujeres jóvenes.
Una combinación entre Japón y México: Mekishiko cuenta con ilustraciones con inspiración en anime pero con una fuerte influencia de textiles y tradiciones mexicanos, pashminas multiusos y accesorios que prueban que la mezcla de estos dos países no es tan rara como podría parecer.
Taller Nu experimenta con materiales y disciplinas, dando prioridad a la materia prima local y lo hecho a mano. Artesanos zapateros, bordadoras de Chimalhuacán y mujeres de un centro de readaptación social forman parte de la red de producción de estos accesorios y zapatos con diseños atemporales.