Tout Chocolat, del reconocido chef mexicano Luis Robledo, presentó el primer lote de My Field to Bar, un novedoso proyecto en colaboración con República del Cacao que tiene como objetivo vincular a finqueros cacaoteros con chocolateros y chefs profesionales para crear chocolate selecto y único, lleno de historias, conexiones y propósito.
La labor de un chocolatero y de un finquero de cacao son totalmente diferentes pero ambas implican pasión, dedicación y esfuerzo diario.
Para que República del Cacao pueda ofrecer a sus clientes un chocolate Fino de Aroma, requiere materia prima de excelente calidad, cuidado y cosechado por sus finqueros aliados; y para que esta materia prima de calidad selecta pueda transformarse en un chocolate único, requiere un tratamiento igual de cuidadoso. My Field to Bar nació del deseo de República del Cacao y Tout Chocolat de unir la pasión y el expertise de finqueros y chocolateros que antes estaban desvinculados.
Para conseguirlo, el chef Luis Robledo viajó hasta la localidad de Vinces, ubicada en la provincia de Los Ríos en Ecuador para conocer a Jaime Alarcón, uno de los finqueros aliados de República del Cacao, dueño de la finca Santa Clara y apasionado por el Cacao Fino de Aroma. Allí, recorrió la propiedad guiado por Jaime, de quien aprendió todo sobre el proceso de producción de esta variedad de cacao y los métodos propios de la finca cacaotera.
Tras haber vivido la experiencia del grano a la barra, Luis Robledo desarrolló la receta para crear su propio pequeño lote de chocolate selecto con una cosecha específica del cacao de esta plantación de alto nivel.
En conjunto con los equipos de Investigación y de Desarrollo y Calidad de República del Cacao, comenzó la producción de su chocolate My Field to Bar, en una pequeña fábrica construida en medio de plantaciones de cacao en Vinces, Ecuador.
El resultado es una barra de chocolate oscuro que muy pronto podrá adquirirse en todas las sucursales de Tout Chocolat.
Su composición es de 75% cacao ecuatoriano proveniente de árboles de más de 70 años de edad y panela artesanal, lo que le brinda un perfil de sabor con toques de frutos maduros como ciruela pasa, uva pasa, ciruela y de frutos secos; aunque el porcentaje de cacao es alto, no es un chocolate amargo, sino gentil y afrutado.
Durante su visita, Luis impartió un taller de chocolatería a las mujeres cacaoteras de la zona, en donde aprendieron varias de sus técnicas y desarrollaron habilidades que les permitirán potenciar su estabilidad económica, sumando de esta forma a la comunidad.
Este es solo el comienzo de My Field to Bar, un proyecto lleno de historias, conexiones y propósito que continuará explorando fincas cacaoteras de Latinoamérica en busca de las mejores cosechas de cacao en plantaciones de alto nivel.