Por Roberto Yáñez
El último pez será el alimento del hijo que vuelve a casa y en escena, una constante entre los personajes que develan su personalidad a través de líneas retrospectivas y anecdóticas, en las que desarrollan un hilo conductor que provoca el asombro del espectador en “Cuando la lluvia deje de caer” una obra cuyo texto de Andrew Bovell, está pronta a terminar su temporada en el Teatro Rafael Solana, al sur de la Ciudad de México.
Con una estructura basada en el corifeo, el desarrollo de la puesta en escena se da a partir de guiños, pistas entre la relación de los personajes, con un eco que se genera en un grupo que vive o padece la situación del personaje principal.
Hay amantes que no asumen la responsabilidad de las circunstancias que viven y que se existen como el resultado de acciones ya distantes. ¿Será un orden universal en el que la tragedia se plasma en la base de la anécdota?
Una historia contada a saltos en el tiempo abarca cuatro generaciones de una familia desde 1959 a 2039. Se observa en escena las relaciones paterno-filiales en la que nueves personajes se confrontan para entender su futuro.
El dolor, el abandono, la destrucción y el perdón se encuentran con el amor y el coraje de desafiar un legado.
La obra dirigida por Enrique Singer es un drama, desafiante a los sentidos, en el que un cuadro de actores excepcional, brinda una riqueza de matices que seducen al público, aún cuando la batalla hstriónica abre las entrañas y desnuda el juicio y valores, ante una complejidad humana que lo mismo se rechaza, se cobija, genera disgusto o empatía.
El arte, la sincronía lograda entre texto, director y ejecutantes, con tintes de humor, se mueven a través de la poesía del arte brindando un final esperanzador.
Reconforta ver en escena una puesta al nivel extremo de la excelencia.
Bajo la batuta de Singer, los actores dignifican el arte escénico, recreando universos diversos en los que la dirección permite un equilibrio sólido en ejecutantes como Cecilia Toussaint y Sophie Alexander-Katz, que comparten el mismo personaje en diferentes momentos de su vida: madurez y temple en la primera, juventud y arrojo, en la segunda.
Una Toussaint, se contiene al límite su circunstancia, de forma impecable, actoralmente hablando.
Al casting se suman Tato Alexander, Verónica Terán, Víctor Weinstock, Misha Arias, Andrés Torres Orozco, Luis Fernando Mayagoitia y Efraín Felix.
“Cuando la lluvia deje de caer” es una obra imperdible para los amantes del teatro con T mayúscula.
La puesta en escena que corre por cuenta de En Llamas Producciones, estará de viernes a domingo en el Teatro Rafael Solana.