Que experimentemos estrés está relacionado directamente con lo que sucede en nuestro aparato digestivo y viceversa. El estrés y las emociones se proyectan a través del estómago, esta situación es una de las principales causas del estreñimiento. Tomemos en cuenta que si el estómago se siente mal, esto afecta en las emociones y en el estilo de vida.
Una de las estrategias para mantener un sistema digestivo saludable, es la ingesta regular de fibra, que entre sus funciones principales se encuentra el aumento de los movimientos del intestino, lo cual facilita el tránsito intestinal y por lo mismo es un buen reductor del estrés.
Actualmente nos enfocamos en rutinas que nos agotan y causan ansiedad, además carecemos de hábitos que cuiden nuestro tracto gastrointestinal, por lo que es un buen momento para pensar en nuestro cuerpo y consumir el requerimiento diario de fibra.
Ahora imagínate el beneficio de ingerirla y al mismo tiempo hidratarte.
Una adecuada hidratación es vital para la supervivencia y el óptimo funcionamiento tanto físico como mental. La memoria, el aprendizaje y la capacidad de atención pueden disminuir por la falta de agua.
El estrés es un gran factor que también propicia un estado de deshidratación.
El correcto consumo de agua no sólo permite mantener las constantes vitales de nuestro organismo, sino que también controla los niveles de estrés, que tanto se disparan en esta época.
Para la mayoría de las personas lo más importante puede ser la relación entre una buena hidratación y un buen consumo de fibra para la reducción del estrés físico.
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