¿Cuántas veces hemos escuchado que hay que cuidarnos de la exposición directa a los rayos del sol? Desde hace algunos años se ha catalogado al sol como el principal causante de los daños en la piel, pero la realidad es que no siempre es malo; por el contrario, puede traernos beneficios.
El médico especialista en medicina interna Manuel Mirassou comenta que necesitamos de la luz solar para tener una vida saludable: “La vitamina D está contenida en el organismo como una hormona que se sintetiza a través de la piel y necesita de la luz solar para su propia producción. La principal función de esta vitamina es mejorar la comunicación celular en todo el organismo”.
La vitamina D también es conocida como la vitamina del sol, ya que necesita de la radiación UV para su producción. Los rayos ultravioletas se dividen en dos grupos:
- UVA. Estos rayos son catalogados como “malos” porque penetran hasta la dermis, generan radicales libres y favorecen el envejecimiento y la aparición de manchas en la piel
- UVB. Este tipo de radiación ultravioleta tiene más energía que los rayos UVA pero se queda en la epidermis, la capa más superficial de la piel. Estos rayos son los responsables de que la piel se broncee
Para producir los niveles óptimos de vitamina D necesitamos una exposición al menos 15 minutos sin ningún tipo de bloqueador solar, con una tercera parte del cuerpo expuesta; de esta manera se beneficia el organismo y cuidamos nuestra piel de cualquier daño.
Aunque tomar “baños de sol” es una de las opciones más recomendables, actualmente no es una solución viable para todos, debido a la recomendación de quedarnos en casa por la pandemia mundial.
“Actualmente existe un tratamiento del laboratorio Asofarma que tiene la dosis adecuada de vitamina D para ayudar a incrementar los niveles en el cuerpo” comenta el doctor Mirassou. “Por su concentración de 100,000 UI, es una presentación más cómoda de una sola toma al mes, lo que ayuda a que no se te olvide, ya que una sola pastilla contiene la cantidad necesaria de acuerdo con lo que el médico determine”.
Entre sus múltiples beneficios, la vitamina D puede reducir el riesgo de padecer esclerosis múltiple, ayuda a preservar el funcionamiento correcto del cerebro y, debido a que estimula la producción de endorfinas, mejora el estado de ánimo y nos llena de energía.
Si no contamos con todos los beneficios de la vitamina D, nuestro organismo se desequilibra y puede enfermarse.