A lo largo de la historia de la humanidad, cada manifestación creativa y sensible ha concebido una herencia cultural que fortalece la identidad del individuo. México es un país de contrastes y su acervo cultural es un fiel reflejo de su transformación y renacer.
Sin embargo, no está formado solamente por monumentos o riquezas naturales, sino también por un patrimonio vivo que nos hace excepcionales (costumbres, tradiciones, conocimientos y valores) y que fue transmitido de generación en generación.
Cada estado de la República Mexicana posee un patrimonio propio, eterno y singular. Y precisamente es la celebración dedicada a los muertos (“El Día de Muertos” o “Conmemoración de los Fieles Difuntos”), distinguida por la UNESCO como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad; una de las costumbres más alegóricas y arraigadas a la vida cultural y el corazón de los mexicanos.
Oaxaca se viste de fiesta para recibir a sus muertos.
Esta tradición prehispánica festeja y evoca a quien ya no está, no como una nostalgia, sino como una existencia y energía. “El Día de Muertos” se conmemora los primeros días de Noviembre, en las ocho regiones de Oaxaca y representa un reencuentro del hombre con sus ancestros y simboliza además, el regreso pasajero a la tierra de sus difuntos, en donde los olores, colores y sabores forman parte de la bienvenida.
La riqueza cultural de estas festividades también es fuente de inspiración de un sinnúmero de obras artísticas en donde la “Catrina” es la protagonista. Pintores, compositores, artesanos, orfebres y escultores se cautivan con su magia y la utilizan como símbolo en algunas de sus creaciones para transmitir una profunda reflexión sobre su significado.
Fue el color y encanto etéreo de la “Catrina” lo que inspiro a Ileana Rojas; diseñadora master de la firma Oro de Monte Albán para crear en mancuerna con maestros y maestras artesanas oaxaqueñas: “Catrinas de mi corazón”, una colección de joyas que tiene como pesquisa transmitir a las nuevas generaciones la importancia de preservar y promover los patrimonios vivos, la festividad del “El Día de Muertos” y el trabajo artesanal de sus artistas. La línea incluye pulseras y aretes (elaboradas tanto en plata dorada como plateada) y decoradas con el esplendor enigmático de las circonias, los textiles mexicanos o la madera de copal pintada a mano. Asimismo, piezas decorativas fabricadas en barro y pintadas a mano, con aplicaciones de circonias y plata.
Los diseños de Ileana Rojas, son concebidos en el taller de joyería de Oro de Monte Albán, acreditado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia de México (INAH). Se venden en los puntos de venta de la marca, ubicados en Oaxaca y en la zona arqueológica de Monte Albán. Asimismo, San Miguel de Allende; Guanajuato y en la Ciudad de México, Centro Histórico, en el Palacio de los condes de Miravalle (The Shops Down Town).
www.orodemontealban.com